lunes, 30 de marzo de 2020

callos en los pies ?

Los callos son un gran problema para cualquier persona, sobretodo en los pies. ¿Has probado de todo y no se te quitan? Prueba estos remedios caseros y verás una gran diferencia.

Los callos son un problema que aparece en forma de dureza tanto en manos como en pies, normalmente como consecuencia del roce o de sufrir demasiada presión.
Cuando aparecen en un principio no provocan ninguna molestia, pero con el paso del tiempo, pueden causar dolor y dificultar el paso y las actividades más cotidianas.

¿Callos en los pies? Prueba estos poderosos remedios caseros para eliminarlos


Los callos son un problema que aparece en forma de dureza tanto en manos como en pies, normalmente como consecuencia del roce o de sufrir demasiada presión.
Cuando aparecen en un principio no provocan ninguna molestia, pero con el paso del tiempo, pueden causar dolor y dificultar el paso y las actividades más cotidianas.

Callos en los pies.
Antes de probar con algunos de los remedios caseros que te aconsejaremos, debes comprobar si tu calzado es el culpable. Un calzado excesivamente ajustado, sobre todo en las puntas, puede ser la causa de lesiones.
Debes buscar un tipo de calzado que permita que nuestros pies estén bien aireados, que sea cómodo y en el caso de los zapatos cerrados, debemos llevar siempre calcetines. Además, hay que mantener los pies limpios y secos.

La piedra pómez es una buena primera opción.
Si aún así no cambia la situación en la piel de tus pies, una opción es el uso de la pieza pómez: primero remoja tus pies en agua caliente unos 20 minutos. A continuación, utiliza la piedra pómez para raspar la dureza de lado a lado.
El limón y ajo es otra posibilidad. Así, eliminarás todas las células muertas que se hayan acumulado en el callo y ablandarás la dureza. Mezcla una cucharadita de manzanilla seca con un diente de ajo machacado y zumo de limón, y aplica directamente el resultado sobre los callos. Déjalo actuar durante unos 20 minutos y retíralo con agua tibia
La piedra pómez es una buena primera opción.
Si aún así no cambia la situación en la piel de tus pies, una opción es el uso de la pieza pómez: primero remoja tus pies en agua caliente unos 20 minutos. A continuación, utiliza la piedra pómez para raspar la dureza de lado a lado.
El limón y ajo es otra posibilidad. Así, eliminarás todas las células muertas que se hayan acumulado en el callo y ablandarás la dureza. Mezcla una cucharadita de manzanilla seca con un diente de ajo machacado y zumo de limón, y aplica directamente el resultado sobre los callos. Déjalo
El bicarbonato de sodio es otro gran aliado: para ello, tendrás que disolver en agua tibia tres cucharadas de bicarbonato de socio, y mantener tus pies en remojo durante unos 30 minutos.
Sino, usa cebolla, limón y sal, un tratamiento que acaba con las bacterias y con las células muertas que acumulan los callos. Para conseguir la solución, tendrás que cortar una rodaja de cebolla y agregarle unas gotas de zumo de limón y sal. Colócalo sobre el callo y cúbrelo con algún tipo de venda que lo mantenga sujeto durante toda la noche.
Repite cada noche el mismo procedimiento hasta que los callos desaparezcan. ¡Verás la diferencia!

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