jueves, 6 de febrero de 2020

MI NOVIO ME PEGA !

QUE HAGO? SI MI NOVIO ME PEGA 

Las palabras "mi novio me pega" son muy fuertes, ya que implica violencia física y ninguna agresión es válida en ninguna relación por ningún motivo.

"Sí me ama, pero se le pasó la mano"

Ninguna persona que te ama te va a lastimar, porque alguien que te ama nunca te hará daño. Una agresión física se da cuando ya no existe el respeto en la relación. Es cierto que a veces podemos reaccionar de alguna manera que no queremos, pero esa reacción nunca debe sobrepasar el respeto de la relación, por más enojados que estén.

Si una persona no te quiere pegar, por más coraje que traiga, NO TE VA A PEGAR. ¿Quieres que se le vuelva a pasar la mano?

"Me pegó pero me pidió perdón y juró no volver a hacerlo"

Muchas veces, al principio de la violencia, tu pareja podría pedirte perdón mil veces y jurarte que estaba muy enojado, pero que nunca en la vida va a volver a pasar. Generalmente esto sí vuelve a pasar hasta el punto en el que ya ni siquiera piden perdón porque se convierte en algo normal.

Si él ni siquiera te pide perdón después de esta grave agresión, con mayor razón debes salirte de esa relación antes de que sea demasiado tarde.

"No me pegó, me empujó"

A menos de que haya sido para salvarte porque un coche te iba a atropellar, un empujón tampoco es válido ya que es el comienzo de una agresión. Muchas veces con las puras palabras puede existir violencia en las parejas, por lo que no debes justificar ningún tipo de agresión.

"Yo lo provoqué primero"

No lo justifiques, por nada del mundo tiene derecho a agredirte, ni por celos, ni porque le pusiste el cuerno, ni por nada. No es válido tampoco que tú lo agredas ya que el objetivo es acabar con la violencia en general, pero no porque uno empiece, el otro tiene derecho de continuar.

"¿Qué hago?"

Lo primero que tienes que hacer es alejarte de esa relación, no debes permanecer en una relación destructiva y que no te traerá nada bueno.

También puedes ir a la policía a presentar una denuncia contra él para que se tomen acciones legales y, de ser necesario, pedir una orden de restricción para que él no pueda tomar represalias.


Cuando iniciamos un noviazgo lo hacemos con toda la ilusión y las ganas de que funcione. Sin embargo, pasa el tiempo y de pronto nos damos cuenta de que nuestra relación ideal se tornó en una relación violenta, y lo peor es que ¡ni siquiera lo habíamos notado!

"Aguántese como las niñas"

Desafortunadamente seguimos en una cultura machista en la que la mujer debe ser sumisa y "aguantar" al hombre; siendo que, en teoría, una relación debería ser para pasarla bien y crecer emocionalmente junto a la otra persona.

No obstante, muchas veces la realidad es otra, en lugar de disfrutar plenamente nuestra relación, la sufrimos y no necesariamente porque nuestra pareja sea un golpeador, pero hay "algo" que no nos cuadra...¿qué será?

Señales de una relación violenta

De acuerdo con la psicoterapeuta Patricia Villa, "se puede considerar que nos encontramos en una relación violenta cuando a ti te duele, te lastima o te incomoda"; claro que es normal que en nuestra relación tengamos problemas, porque ninguna relación es perfecta, pero ya se comienza a considerar violenta cuando esta incomodidad es muy recurrente.

"Es importante señalar que existen varios tipos de agresores y no todos son el clásico agresor explosivo y golpeador, pues hay otros tipos de agresión que incluso podríamos considerar "normales" y por eso las dejamos pasar de largo, aún sabiendo que nos hacen sentir incómodas", explica la psicoterapeuta.

Tipos de agresores

Agresor pasivo

Jamás alza la voz, mucho menos te insulta con groserías, pero su táctica es manejar las situaciones de tal forma que tú sientas que tienes la culpa de los problemas que enfrentan. Otro tipo de agresor pasivo son los típicos hombres que te chantajean y te hacen sentir mal de algo que tú haces; es decir, no te dejan ser tú.

Explosivo

Tiene una tolerancia mínima a los desacuerdos, por eso ante la mínima señal de riña, explota, alza la voz, usa palabras altisonantes, y en ocasiones fuerza física.

Aislado

Es el que se retira mientras que tú estás tratando de resolver un problema con él. Su táctica es ignorarte, y claro, eso te hace sentir cucaracha.

Sobreprotector

Él puede creer que te está haciendo bien al cuidarte tanto, pero en realidad te cuarta tu libertad de poder decidir lo que está bien y mal para ti.

Perdonar o no perdonar, he ahí el dilema

Una vez que has identificado si tu pareja es algún tipo de agresor, lo que sigue es decidir preguntarte por qué estás en esa relación y si quieres seguir con ella.

Respecto al tema del perdón, Paty Villa recomienda siempre perdonar a tu agresor y a ti misma por permitir que te agrediera: "Cuando no perdonas, quien se queda con esa carga, eres tú. La palabra resentimiento significa volver a sentir, es decir, revivir una y otra vez aquél mal momento, y quien sale perjudicado eres tú. Si quieres ser libre, sí se debe perdonar porque el perdón te lleva al autoperdón."

Como podemos ver, el perdonar no significa permitir que te sigan agrediendo a sus anchas, es sólo dejar ir esa carga.

Depende

Una vez que has perdonado a tu pareja y a ti misma, el siguiente paso es decidir qué quieres hacer con esa relación, y aquí no podemos generalizar, pues cada caso es diferente.

"Sobre si se debe continuar una relación violenta, depende de muchos factores: qué tan incómoda y qué tanto daño te hizo la persona. Si fue abuso físico, debes estar consciente de a qué estás regresando. También podría ser que haya una negociación asertiva, es decir, regresar pero poniendo límites desde un principio", nos explica Paty.

¿Las personas cambian?

Según la opinión de nuestra experta, sí: "Todo ser humano puede cambiar por medio de la voluntad y dándose cuenta de dónde están parados en su presente, y a dónde quieren dirigir su futuro.

Algo que debe quedar claro es que si se quiere salir de una relación violenta, alguna de las dos personas debe ceder al cambio. Es decir, romper la mecánica de la relación con la que se está a gusto.


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